martes, 10 de junio de 2014

La ciudad de Petra

UN POCO DE HISTORIA:

Petra (en árabe, البتراء al-Batrā´) es un importante enclave arqueológico en Jordania, y la capital del antiguo reino nabateo. El nombre de Petra proviene del griego πέτρα que significa piedra, y su nombre es perfectamente idóneo; no se trata de una ciudad construida con piedra sino, literalmente, excavada y esculpida en la piedra.

El asentamiento de Petra se localiza en un valle angosto, al este del valle de la Aravá que se extiende desde el mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba. Los restos más célebres de Petra son sin duda sus construcciones labradas en la misma roca del valle (hemispeos), en particular, los edificios conocidos como el Khazneh (el Tesoro) y el Deir (el Monasterio).


El Deir

Fundada en la antigüedad hacia el final de siglo VIII a. C. por los edomitas, fue ocupada en el siglo VI a. C. por los nabateos que la hicieron prosperar gracias a su situación en la ruta de las caravanas que llevaban el incienso, las especias y otros productos de lujo entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del Mediterráneo.

Hacia el siglo VIII, el cambio de las rutas comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al abandono de la ciudad por sus habitantes. Cayó en el olvido en la era moderna, y el lugar fue redescubierto para el mundo occidental por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt en 1812.

Numerosos edificios cuyas fachadas están directamente esculpidas en la roca, forman un conjunto monumental único que a partir del 6 de diciembre de 1985, está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. La zona que rodea el lugar es también, desde 1993, Parque Nacional arqueológico.



Los descubrimientos en el sitio de Beidha, a pocos kilómetros de Petra, han demostrado la existencia de instalaciones sedentarias que datan de un período estimado entre los años 10.000 a.C. y 30.000 a.C. (Neolítico). El establecimiento más antiguo encontrado en Petra data de la Edad de Hierro.


En la antigüedad, era un santuario religioso, político y cultural.


Mapa de Petra

De acuerdo con León de Laborde, las primeras huellas de las instalaciones sedentarias edomitas en el sitio de Petra se remontan al final del VIII y siglo VII a. de C. Este pueblo dominaba entonces toda la región. Los edomitas optaron por instalarse en las colinas cercanas a Petra, Umm al-Beira (ya que existen varios emplazamientos en las cumbres). El mismo lugar ocupado más tarde por los nabateos, pobres constructores, pero muy reputados por la cerámica.

La región sufrió numerosas incursiones por parte de las tribus israelitas, pero permaneció bajo el control de los edomitas al menos hasta la anexión del territorio edomita al Imperio persa.

Petra, como Bosra no se conocerá hasta el siglo XX , como la ciudad mencionada en la Biblia ( II Reyes, XIV, 7; Isaías, XVI, 1) con el nombre de Sela (en hebreo פטרה sela, «roquedal»), la capital de los edomitas, antes de que las investigaciones arqueológicas demostraran que se trataba de dos ciudades diferentes. Sela están más al norte.



La llegada de los nabateos, pueblo nómada árabe, se remonta probablemente al siglo VI a. C., cuando entran en el país de Edom y toman el control de Petra. Los edomitas se desplazaron a la región de Hebrón, dejando el asentamiento.

La época nabatea está mejor documentada que otros tiempos de la antigüedad, pero las fuentes que datan de este periodo son escasas, no nos quedan más datos precisos que los que quedaron grabados en las paredes de arenisca de la ciudad y las etapas de la construcción de sus monumentos, para ayudar a reconstruir esta época de su historia.


En el año 312 antes de C., el general Antígono I Monóftalmos fracasa en su intento de capturar la ciudad.

En el siglo IV a. de C., la ciudad abarca más de diez kilómetros cuadrados. Los nabateos son conocidos por su técnica de cerámica de alta calidad.



Hacia el final de siglo IV antes de C. y principios del II , los nabateos parecen totalmente independiente, a pesar del dominio regional de los Tolomeos; y al fin del siglo III a. de C. los nabateos apoyan a Antioco III, que expulsa a los Ptolomeos hacia el sur.


Entre el año 93 a. de C y el 90 a. de C, el rey nabateo Obodas I derrotó a Alejandro Janneo en los Altos del Golán , poniendo fin a la expansión de los Hasmoneos en Petra y su reino. Conquistó los países de Moab y Gilead, al este de Jordania que volverá a perder después, a pesar de su nueva victoria sobre Jannée en el año 82.


En el año 85 Obodas I derrotó al Seléucida Antioco XII que murió en combate. A su muerte, Obodas fue deificado por los nabateos que organizaron su culto y construyeron el Deir en su honor.


El rey Aretas III, hijo de Obodas I extiende el reino de los nabateos hasta Damasco . La ciudad se desarrolla gracias al comercio de la ruta del incienso. Esta histórica ruta terrestre comenzaba en Yemen a lo largo de la costa oeste de Arabia y se dividía en Petra en dos ramas: una hacia el noroeste que llevaba a Gaza, y otra al noreste en dirección a Damasco. El agua y la seguridad hicieron de Petra un oasis para las caravanas del sur de Arabia (cargadas sobre todo de productos de lujo especias y seda de la India, de marfil de África, perlas del Mar Rojo e incienso del sur de Arabia, entre otros productos muy codiciados). La intermediación comercial y los aranceles producían importantes beneficios para los nabateos, que daba a las caravana agua y vivienda para pasar la noche, a cambio de un pago.

El Deir o Monasterio

El rey nabateo Malichos I y Obodas III hicieron fracasar muchas expediciones romanas en Arabia incluido en los años 25 y 24 a. C., el prefecto de Egipto Gaius Aelius Gallus. Los romanos trataron de encontrar el origen de las especias y los perfumes con los que comerciaban los nabateos para no pagar su intermediación.

La ciudad alcanzó su apogeo en el año 50. Contaba con 20.000 habitantes, pero las fuentes difieren mucho de este número: otras estimaciones van desde 30.000 a 40.000 habitantes.

Durante el reinado del rey nabateo Obodas III el reino experimentó un importante desarrollo cultural. En esa época se construyen la mayoría de las tumbas y los templos.


Otras tumbas reales

Los nabateos adoraban a los dioses y diosas árabes de la época preislámica, así como a algunos de sus reyes deificados. Dushara es el principal dios masculino, con su trinidad femenina: Uzza, Allat, y Manat. Muchas estatuas talladas en la roca muestran a estos dioses y diosas.

Diodoro de Sicilia y Estrabón son los únicos escritores conocidos de este período que dejaron testimonio escrito de Petra. Estos textos dan cuenta de las riquezas de este pueblo árabe, provenientes del comercio de las caravanas entre Asia y Europa, pero no están de acuerdo en su forma de vida: eran sedentarios o nómadas, campesinos o urbanos. El nombre semítico de Petra también se menciona en los Manuscritos de Qumrán.

Tumba del palacio o Tumba de los Tres Pisos

Plinio el Viejo la localiza perfectamente y nos da muchas notas de su economía. Una confederación compuesta por diez Estados Ciudades situada no muy lejos de Petra llamada Decápolis hizo su aparición en la época de los romanos. Será sometida por Roma el año 63 a. de C.

Entre los años 64 y 63 a. C., los territorios nabateos fueron conquistados por el general Pompeyo y anexados al Imperio romano, en su campaña para reconquistar las ciudades tomadas por los hebreos. Sin embargo, después de la victoria, el imperio otorgó a Petra y a los nabateos una relativa autonomía, con la obligación principal de pagar impuestos y de proteger las fronteras de las tribus del desierto. Para esta época se comienzan a construir edificios al modo griego y se realizan las conocidas fachadas que evocan templos helénicos.


El Tesoro (noche)

En el año 106, probablemente después de la muerte del último rey nabateo, Rabbel II Soter (ya que al parecer no hubo ninguna batalla) el reino fue anexionado por orden del emperador romano Trajano, acción que fue llevada a cabo por Cornelio Palma, gobernador de Siria, una vez dominada se dejó acuartelada una legión en el lugar. Esto hizo de Bosra, que se convertirá rápidamente en la segunda ciudad más grande del reino nabateo, la capital de la nueva provincia romana de Arabia (provencia Arabia). El emperador Trajano renombró a Bosra (llamada entonces Bostra) como Nea Traiane Bostra, o Nueva Bostra de Trajano, y Petra recibe el título honorario de metrópoli. En el año 114, Petra se convertirá en la base para los ataques contra el Imperio de los Partos en Irán.

La apertura de las rutas marítimas en la época romana dio un golpe fatal a Petra y a los nabateos al desviar las corrientes comerciales de la ciudad. Desde la ocupación romana, algunas caravanas siguen parando en Petra, pero se vuelven cada menos frecuentes con el tiempo a pesar de la construcción de una vía romana de 400 Km, que conecta Bosra, Petra y el Golfo de Aqaba. El emperador Adriano fue a la ciudad en el año 131 y le dio su nombre: Petra Hadriana.

El aumento en la construcción revela que la ciudad conoció, a pesar de todo, un período próspero durante la "Paz Romana" ( desde el 29 a. C. hasta el 180 d. C.). Con la reorganización del imperio, iniciada por el emperador Diocleciano, se convirtió en la capital de la Palaestina taertia o Palaestina salutaris. Los romanos encauzaron un río, el uadi, por un túnel debajo de Petra, reconstruyeron la calle mayor y levantaron el templo Qar el-Bint.

Entrada principal a la ciudad


El cristianismo penetró en Petra en el siglo cuarto, casi 500 años después de la creación de Petra como un centro comercial.

En 325, la cristiandad se convirtió en una de las religiones estatales del imperio, lo que influyó también en la provincia y en Petra. En 330, el emperador Constantino I el Grande creó el Imperio romano de Oriente, con su capital en Constantinopla. Petra y su provincia pasaron a ser parte de dicho imperio.

Persona sobre el Deir

Petra era entonces parte del Imperio bizantino, y el imperio alentó (como en todo su territorio) la difusión de la fe cristiana mediante la construcción de iglesias. Los habitantes de la ciudad siguieron siendo fundamentalmente fieles a sus creencias, pero en el año 350 fue nombrado en Petra un obispo, y un siglo más tarde se construyeron en la ciudad grandes iglesias. Atanasio de Alejandría se refiere a un obispo de Petra llamado Asterius. El Deir fue incluso utilizado como iglesia durante este período, y durante las excavaciones se descubrieron una cruz pintada en sus paredes, y otras tres iglesias. La gran Tumba de las urnas de la época nabatea, que corresponde a la tumba de Malichos II o Aretas IV Philopatris, se convirtió en una especie de catedral en el año 446. Al norte de Petra hay varias tumbas con una cruz tallada, lo que indica que los cristianos enterraron allí a sus muertos.

En el año 363 un fuerte terremoto ocasionó daños en los monumentos, incluido el teatro, y en los acueductos. En su descripción del terremoto y su poderosa réplica, Cirilo, obispo de Jerusalén, afirma que casi la mitad de la ciudad fue destruida cuando sucedió el terremoto, a la tercera hora, y en particular a la novena hora de la noche.

La ciudad se encontraba ya debilitada desde el comienzo de la dominación romana por el descenso de sus actividades comerciales; no fue reconstruida y se fue vaciando lentamente de sus habitantes.

El Tesoro o Khazné


La conquista islámica de la región en los años 629 - 632 parece no haberse interesado por Petra. La última mención de Petra se encuentra en un texto escrito por Anthenogenes, obispo de la ciudad, hacia el final del siglo V o el comienzo del VI.

Conquistada por los árabes, cuya actuación sobre la ciudad no se conoce, Petra, que gradualmente se había vaciado de sus habitantes y se había convertido en una simple aldea en el año 700, es ocupada en última instancia por los cruzados antes de ser completamente olvidada.

Durante la Primera cruzada, la ciudad fue ocupada por Balduino de Boulogne del Reino de Jerusalén y forma el segundo vasallaje de la baronía de Al-Karak en el Señorío de Transjordania.

Durante la dominación franca, se construyeron varias fortificaciones cruzadas en las fortalezas de Al-Wu'ayrah y Al-Habis.

La ciudad sigue en manos de los cruzados hasta el año 1187, cuando Saladino los derrotó en la Batalla de Hattin y Al-Karak tomando posesión de la región.

Las ruinas de Petra fueron objeto de curiosidad durante la Edad Media, atrayendo algunos visitantes que dejaron constancia de su visita, como los sultanes Bibares de Egipto a principios del siglo XIII.

Jean Louis Burckhardt

Petra fue descubierta al mundo occidental en 1812 por Jean Louis Burckhardt, un viajero suizo disfrazado de árabe, llamando Sheikh Ibrahim. Siguió la ruta entre Damasco y Egipto, pasando por Jordania. Escuchó decir que a las afueras del pueblo de Wadi Musa, existían en medio de una fortaleza natural , unas ruinas extraordinarias. En esta región, que entonces pertenecía al Imperio Otomano, se desconfiaba de las personas que curioseaban en las antigüedades consideradas como "obras de los infieles"; porque en ese momento la situación política y religiosa era tensa. Burckhardt se presentó como un peregrino que deseaba sacrificar una cabra al Profeta Aarón, cuya tumba, construida en el siglo XIII, se suponía que estaba más allá de las ruinas, en la parte superior de Jebel Haroun. Acompañado de su guía, cruzó la ciudad antigua en agosto de 1812, sin poder por un momento pararse a tomar notas o dibujos, pero consciente de la importancia de tales restos y del hecho de que esas ruinas cercanas a Wadi Musa eran las de Petra. Entusiasmado, propaga la noticia entre los occidentales instalados en Oriente y en Egipto y expondrá sus conclusiones en el libro Travels in Syria and the Holy Land, que se publicará en 1823, cinco años después de su muerte.

Se llevaron a cabo otros intentos de exploraciones de Petra, a pesar de la desconfianza de la gente.


Vista aérea

En mayo de 1818, (seis años después de la expedición Burckhardt), una docena de personas de Jerusalén, John William Bankes el drogman Giovanni Finati y los oficiales navales C. L. Irby y J. Mangles, logran mantenerse algún tiempo en la ciudad, por desgracia, no más de dos días, porque las rivalidades entre los jefes de las tribus les obligaron a abandonar antes de lo previsto.

A partir de 1828 se inician las verdaderas primeras misiones arqueológicas. Y desde 1830, el asentamiento se convierte en un lugar para visitar, complementadas por peregrinaciones religiosas y en una fuente de beneficios para muchos jefes de las tribus de los alrededores.

Acceso a Petra por la Khazneh-Firaun

En su origen, los nabateos eran un pueblo nómada, sus construcciones son simples tiendas de piel de cabra.

Después excavaron habitaciones muy sencillas en la roca: con fachadas lisas, con una puerta en la parte inferior y uno o dos cortes en forma de escalera. Se trata de una adaptación nabatea de las tumbas Sirias. Estando en constante contacto con las civilizaciones de su entorno, hizo que se inspiraran en sus estilos, especialmente en el de Alejandría.

En el siglo I se inició la construcción de estructuras monumentales: las tumbas del Deir, del Palacio y de Corintio. Durante el siglo II los constructores de la ciudad adoptaron detalles arquitectónicos helenística (friso, arquitrabe, pilastra, etc.) y crearon un estilo nuevo de capitel todavía hoy llamado nabateo.


Detalle Tesoro

Utilizan cada vez más sólo las estructuras decorativas, algunas inspiradas en la cultura aborigen: rosetas, animales de la región o de otros lugares (elefantes, leones, águilas...), esculturas inspiradas en la antigua Grecia (incluidas las de Medusa, que convertía al que la miraba en piedra; esfinges; grifos…) Las familias más ricas de la ciudad contrataban arquitectos para crear tumbas que contienen fachadas muy decoradas. Asimismo, decoraban el interior de sus casas con estuco, pintadas en colores brillantes.


Interiores de Petra


Estrabón dice que en Petra las autoridades hacían pagar públicamente una multa a aquellos que reducían sus riquezas y daban honores a los que las aumentaban; muchas personas ostentaban sus riquezas mandando construir tumbas y monumentos imponentes.

Aunque los edificios públicos, monumentos y tumbas indican una fuerte influencia helenística y de otras civilizaciones, con sus columnas, peristilos y otros detalles extranjeros, las zonas privadas, de los nabateos, donde dormían, comían y trabajaban, siguen el estilo árabe. A menudo carecen de ventanas y gustan de pequeños patios interiores tranquilos, como ocurre en el Oriente Medio. Los techos de las casas bajas (una o dos plantas), son planos y sin azulejos y todos, excepto los ricos, que prefiere mosaicos, tienen suelo de losas. A menudo hay bancos de piedra para sentarse durante las comidas, pero el resto del mobiliario parece haber sido la madera, porque no hay rastros de él. Las cocinas están ubicadas fuera de la casa principal para reducir al mínimo el riesgo de incendio, como es el caso en muchos otros países.


Los habitantes de Petra también construyeron muchos edificios con columnas, utilizadas dentro y fuera de sus edificios. Fuera, las que servían para separar los patios interiores y otras estructuras y, en el interior, para decorar y para separar las diferentes habitaciones.

Durante la ocupación romana, los romanos construyeron una calle recta, bordeada de pórticos con columnas, en dirección hacia el mercado de la ciudad; antes todas las calles seguían los contornos del valle, la calle principal seguía el curso del Siq.


La mayoría de los edificios de Petra no se construyeron sobre una red de calles sino en la terrazas naturales a lo largo de las paredes del valle, o excavadas en la roca. Los asentamientos se emplazan cerca de las fuentes y se formaron como sencillos campamentos tribales. En ez-Zantur, un área por encima de la calzada romana, encontramos las huellas de una casa de piedra del siglo I; en el mismo lugar hay una rica villa construida también en el siglo I.

En los lugares considerados sagrados para los nabateos, colocaron piedras elevadas formando un conjunto llamado «baétryles», literalmente casa de Dios. Servían para indicar la presencia de un dios. La entrada al Siq fue coronada por un gran arco, del que sólo quedan las huellas a un lado del cañón, a causa de los estragos de la erosión, de los Terremotos y de las inundaciones . A lo largo de las paredes hay pequeños nichos que contienen esculturas de dioses. Una muralla, de la que quedan muy pocos restos, protegía Petra y su valle de ataques enemigos.

Cabe señalar que la relativamente buena conservación de los monumentos se debe a que, por tradición, los habitantes de las aldeas vecinas han "mantenido" la ciudad hasta aproximadamente el siglo XIX.

Alrededor de Petra se encuentran tumbas excavadas en la roca que presentan fachadas de tipo helenístico incluido el célebre Khazné y el monasterio Deir. También se encuentran veinte rocas llamadas “jinns” que representan quizá a los dioses vigilando la ciudad.

El Tesoro visto desde la Khazneh-Firaun

El Siq también es representado a menudo por su lado misterioso y monumental así como la Khazneal-Firaun, calle central de Petra.


Hay un teatro que fue originalmente construido por los nabateos en el siglo I, con una capacidad de 3000 espectadores, y luego fue ampliado por los romanos en el 106 E.C. a 8500 espectadores. Fue tallado mayormente en la roca, pero la parte del proscenio fue construida con una mezcla de roca tallada y de albañilería; tenía un orquesta semi-circular y gradas en tres niveles superpuestos en forma de luna creciente. El teatro fue descubierto en 1961 y sacado a la luz por un equipo de arqueólogos americanos.

Teatro 

El Qasr al-Bint, fue uno de los principales templos de la ciudad y una de las pocas estructuras construidas, en vez de tallada en la roca. Destruido por un terremoto, fue reconstruido más tarde.

Qasr al-Bint

Muchos de los más grandes monumentos (el Khazneh, el teatro, Qasr al-Bint…) se construyeron durante el reinado del rey Aretas IV Philopatris (del año -9 al año 40).

Durante la dominación bizantina, se construyeron grandes iglesias fastuosamente decoradas con piedra traída de Grecia, Egipto y otras tierras lejanas. A menudo utilizan el mármol y el granito en los antiguos templos nabateos y romanos. La "Iglesia bizantina", descubierta en 1990, fue construida en el siglo V, se encuentra al norte de la calle de las columnas . Se decoraron con mosaicos y teselas de vidrio y piedra, a veces cubiertas con hojas de oro. Su estilo era más bien greco-romano con detalles inspirados en Petra y sus alrededores, en sus plantas y animales. La iglesia fue víctima de un incendio al final del siglo V , que destruyó el mármol (repartido en más de 4000 fragmentos encontrados por los arqueólogos) y dañó más de 140 papiros que se mantenían en una sala adosada perteneciente a una familia acomodada.

Para finalizar o dejo un documental que describe ampliamente los magníficos monumentos de esta cuidad tallada en la roca.

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